Una equivocación muy frecuente es fundamentar el amor principalmente en la búsqueda del placer. Este error tiene efectos muy negativos para el desarrollo personal y social.
En la búsqueda del amor es necesario el tiempo y la educación, que nos preparan a cultivar el intelecto y la voluntad.
A) El conocimiento nos proporcionará los elementos de juicio necesario para distinguir las etapas del amor y tomar las decisiones acertadas en cada momento, evitando ser manipulados o actuar bajo falsas imágenes del amor
B) La voluntad nos ayuda a dirigir nuestro sentimientos y afectos, nuestros pensamientos y nuestra acciones. Seremos capaces de mantenernos en la decisión tomada, sin actuar bajo presión tomada, sin actuar bajo presiones que nos perjudiquen.
El conocimiento y la voluntad nos enseñan a respetar a las personas, su dignidad. Entendemos fácilmente que hay conductas que debemos evitar, en beneficio nuestro y de los demás. Además, ejercitando la voluntad en el tiempo también consolidamos los cimientos que nos permitirá ir alcanzando la madurez física y psicológica necesaria para amar de verdad.
El amor falso se caracteriza por:
- Búsqueda individualista de la propia satisfacción: es algo que se busca y se hace para uno mismo.
- Se fundamenta principalmente en el placer sexual: más que "dar amor" busca un "amor egoísta".
- La búsqueda de placer se convierte en una cadena que ata, pesa y esclaviza. Al final el sexo no produce satisfacción completa y debe ser continuamente repetido y/o sustituido.
- Se llega a utilizar la propia intimidad como objeto de intercambio ocasional: es dar el cuerpo sin haberse entregado uno mismo. Te conviertes en persona-objeto.
- Se vive siempre el momento, la improvisación. Te incapacita para asumir metas altas, valores duraderos.
- Una relación física sin compromiso es necesariamente provisional: induce a pensar que aún está por llegar alguien mejor.
El amor verdadero se caracteriza por:
- Es paciente, da paz y tranquilidad. Sabe esperar: disfruta de cada momento sabiendo que va construyendo su vida y sus ideales, su conciencia y su personalidad.
- No quiere quedarse en las meras sensaciones, sino buscar la verdad que hay en ellas, su valor más profundo.
- Se acomoda al ritmo natural de la maduración del amor: no se trata de reprimir las tendencias, sino de saberlas dirigir y para eso se necesita aprendizaje y maduración personal.
- Sabe que la libertad no está en hacer lo que me viene en gana, sino en saber gestionar las ganas para saber si conviene.
- No toma decisiones precipitadas y sin pensar en las repercusiones. fomenta el autodominio* y el autoestima: busca el bien para si y para la otra persona..
- La relación está basada en las comunicación, en el conocimiento mutua y tiende a la exclusividad y a la eternidad.
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